Skip to main content
Curso Para Policias

La relación de las pandillas con el crimen organizado

By 29 mayo, 2019No Comments

Pandillas y delincuencia organizada

La cultura del narcotráfico que la sociedad ha tolerado como una moda es uno de los factores del entorno social que ha disparado el número cada vez mayor de niños en edad escolar involucrados, pues ellos han crecido con la visión que les muestra a los delincuentes como modelo a seguir; esto hace de las pandillas centro de reclutamiento para las organizaciones de la delincuencia organizada donde contratan a pushers, dealers, halcones o sicarios. Se ha incrementado considerablemente en la ciudad el número de niños y adolescentes enganchados por las mencionadas organizaciones, pues en México se les exime de responsabilidad penal.

Delincuencia Organizada según la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, Art 2do. Cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho como miembros de la delincuencia organizada: terrorismo, acopio y tráfico de armas, tráfico de indocumentados, de órganos, corrupción de personas, robo de vehículos, trata de personas y secuestro.

 

El contacto de la pandilla con la delincuencia organizada

A pesar de lo que se pudiese pensar, la relación entre las pandillas y la delincuencia organizada no es nuevo, ya que en 1880 en Lecrea, Sicilia, un clérigo inglés fue secuestrado por un jefe de una banda local de nombre Leoni, quien le cortó ambas orejas y después del pago de 5 mil libras lo dejaron ir, el gobierno inglés presionó al italiano para investigar el incidente y en batalla mataron a la mayoría de miembros menos de la pandilla, excepto a Giuseppe Esposito, quien escaparía a Nuevo Orleans donde había una comunidad italiana.

Rápidamente organizó una banda criminal a la que llamó La Mano Negra (de donde La Mafia Mexicana toma el ícono).

A inicios del siglo pasado, entre 1920 y 1925, alrededor de un millón 250 mil italianos llegaron a Estado Unidos vía Nueva York, y los jefes de la delincuencia siciliana envían a miembros de pandillas a hacerse cargo de los negocios en el nuevo mundo. El punto de inflexión llegó en 1920 cuando un joven de origen siciliano pero nacido en suelo americano de apodo “Cara Cortada” mata a “El Gran Jim” por encargo de su guardaespaldas, de apellido Torrio, quien deja la difícil tarea en manos de su pariente, Alfonso Gabriel Capone.

Cártel. Proviene del vocablo alemán Kartell que significa carta o contrato y se ha usado para denotar la organización de empresarios de una rama de la producción a fin de dominar el mercado y formar un monopolio. Se comenzó a utilizar esta denominación para las organizaciones del narcotráfico en la administración del presidente Ronald Reagan (1981-1989) por la alta especialización que éstas tuvieron. Debido a su carácter empresarial, los cárteles de la droga buscan maximizar sus ganancias y expandir sus operaciones a través de la eficiencia, y es así como en los noventa se da el primer contacto entre pandilla y cártel del narcotráfico a fin de concretar el primer contrato de asesinato por tercerización (outsourcing), cuando lugartenientes del cártel de Tijuana, liderado en ese tiempo por los hermanos Arellano Félix contratan a través de Enrique “Bóxer” Enríquez y Raymond “Huero Shy” Shryock (quienes en ese momento se encontraban en prisión) a pandilleros miembros de La Mafia Mexicana que vivían en el barrio de Logan en San Diego, California, en el grupo destacaban David Barrón Corona “el Popeye” y José Alberto Márquez “el Dingbat” o “el Bat”, con la finalidad para matar al líder del cártel de Sinaloa quien era su acérrimo rival, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Guadalajara, sin embargo, todo quedó en un atentado que resultó en la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto de esa ciudad en 1993. Gracias al arrojo demostrado por David “Popeye” Barrón, quien fuera el líder del grupo encargado de realizar el operativo, se convertiría en jefe de seguridad de los hermanos Arellano Félix, ganándose el distintivo de distintivo de “CH” o “Caballero Honorable” por las múltiples veces que protegió con éxito a sus contratantes, hasta su muerte en 1997.

 

 

 

 

 

David Barrón Corona “el Popeye” o ”el CH”

Es con este suceso que comienza una relación de simbiosis entre pandillas y cárteles delincuenciales que perdura hasta nuestros días.

En la actualidad, las pandillas generan asociaciones temporales por conveniencia con los cárteles del narcotráfico, es decir, estas asociaciones tienen una vigencia determinada por los intereses de las organizaciones envueltas en ella, por ejemplo: el cártel de Juárez creó un brazo armado denominado “la Línea” integrado por la pandilla de “los Aztecas” y en ocasiones con la “Mara Salvatrucha”; la Mafia Mexicana (EME) en un principio tuvo un pacto con el cártel de los Arellano Félix.

 

El peligro de raíz: los sicarios

Para entender el nexo completo que existe entre delincuencia organizada y las pandillas es importante recurrir a la etimología. El término sicario proviene de sicarius, plural latino de  sicarium. La daga o espada corta que en latín es sica era usada por el grupo terrorista “Los Zelotes” en la Judea del siglo I, ya que podía ocultarse bajo los pliegos de sus túnicas y perderse entre la multitud sin ser detenidos. El historiador judío Flavio Josefo sostenía que “más terribles que los crímenes que perpetraban era el miedo que despertaban” (factor que perdura hoy en día). Un sicario es una persona que mata a alguien por encargo de otro, por lo que recibe un pago, generalmente en dinero u otros bienes. 

 

 

 

 

 

La “sica”, el arma que hizo pasar a la historia a Los Zelotes y dio

nombre a los “sicarios”

 

 

Al ser los pandilleros contratados por la delincuencia organizada para proporcionarles seguridad o asesinar a sus rivales, éstos generan puntos de narcomenudeo y halconeo, ya que muchas veces el pago por sus servicios lo reciben en especie. Ahora bien, el uso de pandilleros produce ciertos problemas conexos como el alza de la violencia con sus acciones, debido a que muchos de ellos consumen droga y pierden la objetividad, al llevar sus ejecuciones a plena luz del día y en lugares concurridos, lo cual deja a su paso víctimas colaterales, situación que siembra terror y hunde en la paranoia a comunidades enteras.

 

 

Articulo tomado del libro del mismo autor “Introducción al análisis e investigación de las pandillas en México” páginas 123 a la 129.

 

Pablo Cajigal del Angel